La salud de los más pequeños es una de las mayores preocupaciones e incertidumbres de todos los padres. Cuando crecemos y aprendemos a comunicarnos es fácil dar la voz de alarma sobre los síntomas que padecemos. Los niños pequeños, cuando no saben hablar, muchas veces no exteriorizan de forma intuitiva un estado febril, dado que es frecuente que no exista foco. Un Termómetro Infrarrojo Médico nos ayudará a identificar rápidamente la febrícula o fiebre de nuestro hijo.
De frente u oído, este termómetro infrarrojo nos permite tomar lecturas precisas de la temperatura corporal de niños, adultos y ancianos. El modo oído está específicamente diseñado para niños mayores de 3 años, donde se muestra muy eficaz. Si algo no puede faltar en el neceser de un recién nacido eso es un termómetro.
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Características del Termómetro Infrarrojo Médico:
- Termómetro infrarrojo para uso en humanos.
- Dos modos: permite tomar lecturas tanto de frente como de oído.
- Uso a distancia.
- Permite también recoger información sobre la temperatura de objetos del entorno y alimentos.
- Memoria para almacenar las últimas 20 lecturas.
- Pantalla LCD retroiluminada.
- Apagado automático.
- Alerta de fiebre alta con semáforo de color en toda su pantalla.
- Modo silencioso.
Lista de ventajas.
- Este termómetro ha sido concebido para su uso en los primeros años de vida, pero también puede obtener lecturas de la frente, lo que le convierte en un instrumento ideal para toda la familia, desde los niños hasta los más mayores.
- La lectura de oído está indicada a partir de los 3 meses. La temperatura corporal se regula en el hipotálamo, que está ligado mediante irrigación sanguínea con la membrana timpánica, pudiendo así detectar cambios de temperatura con mayor rapidez y eficacia.
- Además, tendremos la posibilidad de realizar mediciones de objetos o alimentos. Esto es especialmente relevante cuando tenemos que calentar leche o potitos para nuestro hijo, evitando así quemaduras indeseables.
- Intuir una mejoría o empeoramiento será una tarea sencilla, dado que disponemos de una memoria EPROM que permite almacenar las últimas 20 lecturas, pudiendo realizar así un seguimiento del cuadro febril.
- Su pantalla LCD retroiluminada nos devuelve la información de forma rápida e intuitiva, disponiendo de un semáforo de color que nos avisa, mediante la iluminación de la misma con un color rojo, cuando la temperatura es o sobrepasa los 38º.
Desventajas del Termómetro Infrarrojo Médico.
- Como todo termómetro infrarrojo es extremadamente sensible al calor, por lo que es necesario tomar ciertas precauciones para obtener una lectura de temperatura correcta.
Qué tener en cuenta al comprarlo.
Estamos ante uno de los termómetros de uso médico más económicos del mercado. La medición de la temperatura corporal es una de las primeras cribas a las que se somete a un paciente para determinar el cuadro y alcance de los síntomas. Es imprescindible disponer de un termómetro en el hogar para saber como tenemos que actuar en cada momento. No deben considerarse aparatos infalibles, pero sí herramientas útiles que nos ayudan a identificar estados febriles.
Este termómetro es extraordinariamente versátil, proporcionándonos lecturas tanto de frente como de oído, lo que le convierte en un todoterreno en el hogar. Se le ha provisto de todas las funcionalidades más recurrentes, como la alarma de temperatura o la memoria de almacenamiento, para poder realizar un seguimiento de la evolución del enfermo.
Estos termómetros son muy sensibles al calor, y, por tanto, debemos usarlos bajo ciertos parámetros, que incluyen almacenarlo en un lugar fresco y seco, además de no sostenerlo duramente mucho tiempo entre las manos. A su vez el paciente debe estar sereno y no haber sufrido cambios bruscos de temperatura o haber realizado ejercicio físico minutos antes.
Opinión y conclusión sobre este Termómetro Infrarrojo Médico
Un termómetro económico que nos servirá para identificar la fiebre. Especialmente interesante si tenemos niños muy pequeños, dado que la lectura de oído es la más precisa, y la que puede anticiparnos un estado febril que pasaría inadvertido en una lectura de frente.