Los que ya tengan algunos años recordarán con nostalgia y pavor aquellos termómetros de mercurio. Eran increíblemente precisos, y contaban con una historia de casi 300 años a sus espaldas, ¡ahí es nada! En el año 2009 se dejaron de vender en España debido a una legislación europea que prohibía su comercialización, argumentando la toxicidad del mercurio en humanos y su potencial impacto nocivo en el medio ambiente. Mientras tanto, los termómetros digitales empezaron a abrirse paso, sin embargo, no tardaría mucho en ser desplazado por el Termómetro Infrarrojo.
Los termómetros actuales, de uso cotidiano y hospitalario, emplean la tecnología infrarroja. Esto aporta enormes ventajas, como hemos podido comprobar a tenor de los acontecimientos acaecidos en la pandemia del COVID-19. Su velocidad y sobre todo la posibilidad de medir la temperatura a distancia sin establecer contacto con la persona, han jugado un papel fundamental en los cribados masivos.
Los Mejores y más fiables Termómetros de Infrarrojos.
El termómetro infrarrojo ha desplazado por completo a los ya arcaicos termómetros digitales. Todo el mercado está copado por los termómetros de infrarrojos. Si estamos pensando en cambiar nuestro viejo termómetro, es preciso que cotejemos varias opciones, y que lo hagamos teniendo en cuenta criterios como la calidad, sus prestaciones y el precio.
Marcas de Termómetros Infrarrojos.
Son muchos los fabricantes desconocidos que se han metido a fabricar instrumental médico, debido al abaratamiento de los costes y el uso de tecnologías de dominio popular. Esto ha creado un mercado densísimo donde tenemos centenares de opciones. Hemos simplificado el catálogo existente para reducirlo a una selección de los modelos con una mejor relación calidad – precio.
Ventajas de tener un termómetro infrarrojo.
- Extremadamente rápidos. Pueden tomar una lectura de temperatura en apenas 5 segundos. Esto es de especial relevancia en personas aprensivas, como pueden ser los niños.
- Podrás llevar un control preciso de las temperaturas. En cualquier proceso febril se dan oscilaciones durante días de la temperatura, lo que puede ser un indicativo de mejoría o empeoramiento de la enfermedad. Para que no tengamos que preocuparnos por anotar manualmente estas lecturas, los termómetros de infrarrojos incorporan una memoria EPROM que almacena estos datos para su consulta.
- El contacto físico es innecesario. Esto es una ventaja por partida doble. En primer lugar facilita la toma de temperaturas a neonatos e infantes que se mueven constantemente, pudiendo malograr el resultado de la lectura. Por otro lado, debido a la naturaleza de algunos estados febriles, el termómetro podría ser una vía de contagio si se usa con varias personas.
- Son económicos. No resultan más caros que los termómetros digitales.
- Extraordinaria precisión. De nada serviría todo lo demás si arrojaran lecturas imprecisas. Con estos termómetros podremos tomarnos la temperatura de forma rápida y precisa.
Guía de compra para adquirir uno, qué tener en cuenta
Los termómetros infrarrojos hacen uso de un puntero láser que calcula temperatura corporal mediante infrarrojos, midiendo la radiación térmica. La lectura se verá representada en una pantalla LCD, que puede tornar de color en función del parámetro al que se ajuste la lectura, así, el verde indicará una temperatura normal, el amarillo febrícula y el rojo fiebre. Existen diferentes tipos de termómetro de infrarrojos que tendremos que valorar en caso de que estemos pensando en adquirir uno:
Termómetro Infrarrojo auricular o de frente.
Existen básicamente dos tipos de termómetros, en función de uso recomendado. Hay termómetros indicados para usar en el oído (con o sin contacto también), en la frente, e incluso modelos híbridos que se pueden usar indistintamente en cualquier parte del cuerpo. A priori no deberían existir diferencias reseñables entre ellos en cuanto a precisión de la lectura se refiere, sin embargo, en pediatría suelen ser más usados los termómetros de oído (+6 meses), mientras que para pacientes adultos se emplean más frecuentemente los de frente. En cualquier caso ambas opciones son válidas para usar en cualquier escenario.
Infantil o para adultos.
Como decíamos, existen modelos más apropiados para niños, como pueden ser los de oído, debido a que suelen tener una precisión más elevada. Otro curioso termómetro que se usa cada vez más en neonatos, son los termómetros chupete. Igualmente no podemos afirmar que existan diferencias reseñables entre modelos que los orienten a un tipo de paciente u otro. Si que como recomendación general no se recomienda los termómetros infrarrojos de tímpano en niños menores de 6 meses.
Industriales.
Los termómetros industriales están pensados para medir la temperatura de superficies. Tienen un funcionamiento similar a los de uso médico, sin embargo no pueden intercambiarse, dado que estas pistolas emiten un haz infrarroja demasiado potente, y aunque no fuera ese el caso, suelen quedarse en la superficie, lo que en nuestro caso no nos serviría dado que la temperatura de nuestra epidermis es de al menos 2º inferior a nuestra temperatura corporal real.
Se emplean en albañilería y recientemente se han empezado a usar en cocinas profesionales. Es preciso seguir al pie de la letra las instrucciones del fabricante, sobre todo en lo que se refiere a la distancia de medición.
Materiales, diseño y experiencia de uso.
Más allá de la finalidad concreta del termómetro, existen otra serie de factores importantes a la hora de decidirnos por uno y descartar todos los demás.
- Si somos una familia grande, con cierta tendencia a enfermar, el termómetro será un aparato de cacharreo constante, por lo que es importante que esté fabricado con un plástico que resista a caídas.
- También es importante fijarnos, si fuera relevante para nosotros, si permite mediciones tanto en °C como en °F.
- La capacidad de su memoria para almacenar lecturas, y si tiene incluso perfiles, puede ser de especial relevancia para algunos.
- Otros aspectos habituales en la electrónica de estos termómetros son los modos intercambiables sonoro y silencioso, o el apagado automático cuando lleva un tiempo determinado sin usarse.
- Suelen ir alimentados por dos pilas AAA.
¿Cómo funciona un Termómetro Infrarrojo?
Debemos en primera instancia leer detenidamente las instrucciones de uso que nos proporciona el fabricante, aunque todos operan de forma muy similar.
- Basta con encender el termómetro, y apuntar en perpendicular en dirección a la frente, tomando la distancia recomendada por el fabricante, y accionar la lectura mediante una pulsación en el botón de encendido, o esperar a que su sistema automático detecte la temperatura corporal. Esta puede ser tomada generalmente en la frente o la sien.
- La persona debe permanecer quieta durante los instantes que dura la medición.
- En cuanto a recomendaciones generales, para que su precisión sea incuestionable, es preciso atemperar tanto el termómetro como a la persona a la que se le va a tomar la temperatura. También decir que son sensibles a campos magnéticos, por lo que es recomendable mantenerlos alejados de aparatos electrónicos.